Oraciones a Nuestra Señora de Schoenstatt

 Oraciones a Nuestra Señora de Schoenstatt:

María, en tu corazón

¡María, en tu corazón, grábame profundamente con letras de sangre y fuego, porque soy tuya para siempre! En amor y gratitud, que tu nombre, oh Madre, quede grabado en mi corazón, eternamente. Amén.

 Ave María, por tu pureza

Ave María, por tu pureza, mantén puros mi cuerpo y mi alma. Ábreme de par en par tu corazón y el corazón de tu divino Hijo. Concédeme un profundo reconocimiento de mí mismo y la gracia de la perseverancia hasta la muerte. Dame almas y todo lo demás tómalo para ti.  (Compuesto por el Padre Kentenich cuando era niño)

Danos ser tus reflejos

Seamos tus reflejos.

Fuerte, digno, sencillo y gentil.

Alegría, amor y paz irradiando a través de la vida. Llega el tiempo para que pasemos, para que Cristo lo prepare.

(Compuesto por el Padre Kentenich en el campo de concentración de Dachau)

Consagración

¡Oh Señora mía, oh Madre mía, me ofrezco todo a Ti! En prueba de mi devoción a ti, te consagro, en este día, mis ojos, mis oídos, mi boca, mi corazón y todo mi ser, porque así soy tuyo, oh Madre incomparable, guárdame y defiéndeme. yo como cosa tuya y propiedad. Amén.

Eres tres veces admirable.

Soy mil veces miserable.

Madre, Reina y Vencedora Tres Veces Admirable, muéstrate en mi vida.

Llévame en tus brazos, cada vez que soy frágil.

Muéstrate Reina y haz de mi corazón tu trono.

Reina en todo lo que hago.

Te corono Reina de mis emprendimientos, de mis sueños y esfuerzos.

Muéstrate victorioso en mi vida diaria, aplastando la cabeza de la serpiente maligna en las tentaciones que me afligen.

Me vence el egoísmo, la falta de fe, de esperanza y de amor.

Eres tres veces admirable.

Soy mil veces Miserable.

Conviérteme, Madre, para la gloria de tu hijo Jesús.

Amén.