HABLEMOS DE LA MUERTE Y DEL DUELO


              HABLEMOS DE LA MUERTE Y EL DUELO
                                                      
       La realidad de la muerte está presente en nuestra vida cada día, cada momento.

       Vemos la vida como un destino, pero la vida es un camino, un cause lleno de incertidumbre, no sabemos lo que nos depara el mañana, y aunque hacemos gala de manejar nuestro destino sabemos que pocas cosas podemos hacer si no contamos con Dios.

       Solo un pensamiento común alimenta el hombre desde edades tempranas: y es el pensamiento de la muerte. Y esa es nuestra única certeza, que mañana ya no estaremos aquí. Por eso nos llenamos de ansiedad, buscamos respuestas y compramos ideas absurdas y erradas, queremos creer en reencarnaciones, o nos hacemos ideas raras de un tal infierno de un más allá.

       Los católicos vencemos el temor a la muerte  cuando conocemos la Palabra. Cuando conocemos las lecciones que nos dejó Jesús, cuando conocemos que tenemos vida eterna y cuando se nos revela su Misericordia Infinita. Dejamos de temer lo que conocemos, sacar nuestro temores empieza por una vuelta a la casa del Padre, a encontrarnos en espíritu con Jesús, hacernos uno con Él (porque Él nos ama), hablarle como a un amigo, a un hermano, en su Iglesia, en tu casa, en la naturaleza o ¿porqué no? tomándote un cafecito en su compañía. Jesús venció la muerte por nosotros, tratemos de ser cada día como Él y en Él tendremos la vida eterna.

       Si queremos vivir como personas y vivir como cristianos adultos hemos de aprender a ver cercana la muerte y familiarizarnos con ella porque puede ser cátedra de vida: nos enseña a valorar nuestra vida en una dimensión real, nos humaniza, nos hace más vulnerables y nos pone en contacto con la esperanza de una vida que trasciende. Conocer la verdad te dará libertad, una libertad tal que no tendrás miedo.

       El duelo es lo que sentimos ante una pérdida. Es humano sentir dolor. Es natural y no debemos huir de el. El duelo es la adaptación psicológica ante la pérdida. El duelo es "El proceso de pasar de perder lo que tenemos a tener lo que hemos perdido".

       ¿Es fácil? ¿De qué manera? Afrontar una pérdida es devastador para nosotros, nos produce un cambio muchas veces drásticamente que nos lleva a replantearnos la vida, sin entender lo que nos ha pasado. El duelo se vive, se crece en nosotros, se cuela en nuestra vida. La manera en que gestionamos el duelo tiene mucho que ver con la forma en que vivimos nuestra vida, con nuestra preparación espiritual y con la fortaleza de tus convicciones religiosas. El duelo es una forma de prepararnos para nuestra vida. 

Pidamos a Dios en oración:
"Dios Padre, envíanos tu Espíritu para que nos de la fortaleza como se la dio a Jesús".

Dios los Bendiga.


Alejandrina Acosta Jaspe.

Dr. Francisco Rosas, delegado de la Pastoral de la Salud. Málaga.

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