SALIENDO DEL TEMOR, LIBERACIÓN DEL TEMOR

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                                  SALIENDO DEL TEMOR

En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor;
porque el temor lleva castigo en sí  (1Jn 4,18)

Yavé se ha compadecido de Sión y ahora da vida a sus ruinas, transforma
su soledad en un Paraíso y su sequedad en un Jardín de Yavé.  Entonces
se lo agradecerán tocando música y lanzando vivas de entusiasmo y  de
alegría   (Is 51,3)



                                      ORACIÓN

Oh Dios, tú que superas a todos, atiende los ruegos de los desesperados ,
líbranos de la mano de los malvados, y líbrame de mi miedo (Est 14,19)

Busqué al Señor y me dio una respuesta y me libra de todos mis temores
(Sal 34,5)


Padre amorosos del Cielo, en Nombre de Jesucristo y con el Poder de sus
Santísimas llagas, rompe las ataduras  y toda esclavitud del demonio por el 
miedo. En Nombre de Jesucristo, camina Señor Jesús al momento en que me 
llené de miedo. Yo renuncio y me desato del miedo, angustias, trauma, 
descontrol, histeria, desequilibrio emocional, crisis, locura, confusión  y
átalos en la Santa Cruz. Que sean bañados en la Sangre del Cordero de 
Dios y prohibidos de regresar, ni de hacer daño.

En Nombre de Jesucristo todo demonio de miedo, angustia, trauma, 
descontrol, histeria, desequilibrio emocional, crisis, locura y confusión
quedan desautorizados y es rota su legalidad. Los envío  y ato en la Santa
Cruz de Nuestro Señor Jesucristo. Todo lo someto  a Nuestro Señor 
Jesucristo, a  su Señorío, a su autoridad y gobierno,  a la voluntad del 
Padre. Santísima Virgen María te ruego que aplastes la cabeza a satanás y
sus demonios, que me cubras con tu manto bendito y me protejas.
Ayúdame con tu Poderosa Intercesión ante Nuestro Señor Jesucristo.

Padre Celestial, lléname de tu amor y paz, de tu confianza y libertad.

Jesús abrázame, pues en ti busco refugio y es donde me siento seguro, Tú
eres mi fuerza, mi roca, mi vida, mi Dios, Señor y  Salvador  . Sal en 
defensa de tu indefensa oveja Señor Jesucristo, en tu Santo Nombre me 
declaro sano del miedo, porque en fe sé que Tú mismo me has liberado
y ahora me levanto para amarte y servirte por la eternidad. Gracias  por
amarme y sanarme. Por todo te doy gracias y te alabo. Amén.

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