ORACIÓN POR EL PERDÓN DE LOS PECADOS
. EL MISMO SUBIENDO A LA CRUZ CARGÓ
CON NUESTROS PECADOS, PARA QUE,
MUERTOS A NUESTROS PECADOS, EMPECEMOS
UNA VIDA SANTA. Y POR SUS LLAGAS FUERON
USTEDES SANADOS, PUES ERAN OVEJAS
DESCARRIADAS, PERO HAN VUELTO AL PASTOR
Y GUARDIÁN DE SUS ALMAS
1 PEDRO 24-25
ORACIÓN POR EL PERDÓN
DE LOS PECADOS
Para evitar las manchas del alma y despertar
gran amor hacia Dios.
Suplicando que nos permita alabarle y
adorarle en todo momento
"Al presente, me alegro cuando tengo que sufrir por ustedes; así completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo, para bien de su cuerpo, que es la Iglesia" COL 1,24.
Esto lo puede decir la Santísima Virgen Marìa, quien sintió el dolor y lo suplió padeciendo y sintiendo el dolor y lo suplió padeciendo y sintiendo el dolor que Él no sintió. Sé, Madre amada, que este dolor lo ofreciste por mí, como miembro de este cuerpo, para alcanzar la gracia y que al traspasar
esa lanzada su corazón, por causa de mis pecados, la herida recibida por mi Salvador.
¡Oh Jesús mío! por la abertura de tu precioso costado en presencia de tu apóstol amado, te suplico me perdones los innumerables pecados que partieron de mi corazón.
Evita Señor, que salgan obras que manchen mi alma y pueda así ganar la vida eterna.
Llaga Señor mi corazón con llagas de amor y de dolor para que te ame, por lo mucho que por mí padecistes. Dame Señor mio, el permiso para entrar por tu costado en este horno de fuego que arde dentro de tu corazón y sea yo abrasado con tu amor y desde allí alabarte y adorarte como mereces en todo momento. AMÉN.
(Rezar credo, Padre Nuestro y Ave María)
CON NUESTROS PECADOS, PARA QUE,
MUERTOS A NUESTROS PECADOS, EMPECEMOS
UNA VIDA SANTA. Y POR SUS LLAGAS FUERON
USTEDES SANADOS, PUES ERAN OVEJAS
DESCARRIADAS, PERO HAN VUELTO AL PASTOR
Y GUARDIÁN DE SUS ALMAS
1 PEDRO 24-25
ORACIÓN POR EL PERDÓN
DE LOS PECADOS
Para evitar las manchas del alma y despertar
gran amor hacia Dios.
Suplicando que nos permita alabarle y
adorarle en todo momento
"Al presente, me alegro cuando tengo que sufrir por ustedes; así completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo, para bien de su cuerpo, que es la Iglesia" COL 1,24.
Esto lo puede decir la Santísima Virgen Marìa, quien sintió el dolor y lo suplió padeciendo y sintiendo el dolor y lo suplió padeciendo y sintiendo el dolor que Él no sintió. Sé, Madre amada, que este dolor lo ofreciste por mí, como miembro de este cuerpo, para alcanzar la gracia y que al traspasar
esa lanzada su corazón, por causa de mis pecados, la herida recibida por mi Salvador.
¡Oh Jesús mío! por la abertura de tu precioso costado en presencia de tu apóstol amado, te suplico me perdones los innumerables pecados que partieron de mi corazón.
Evita Señor, que salgan obras que manchen mi alma y pueda así ganar la vida eterna.
Llaga Señor mi corazón con llagas de amor y de dolor para que te ame, por lo mucho que por mí padecistes. Dame Señor mio, el permiso para entrar por tu costado en este horno de fuego que arde dentro de tu corazón y sea yo abrasado con tu amor y desde allí alabarte y adorarte como mereces en todo momento. AMÉN.
(Rezar credo, Padre Nuestro y Ave María)
Comentarios
Publicar un comentario
¿Tienes alguna pregunta o duda? Por favor, queremos leer lo que quieres decir.