JUEVES SANTO DE LA CENA DEL SEÑOR



                                                       JUEVES SANTO
                            DE LA CENA DEL SEÑOR

JESÚS es el más importante y lava los pies, porque entre nosotros ÉL es el que está más alto.
En tiempo de JESÚS los judíos andaban calzados con sandalias. Un gesto de acogida era ordenar a un esclavo lavar los pies del invitado.
El Hijo de DIOS se hincó ante el ser humano para lavar los pies de los apóstoles, se rebaja ante ellos como un esclavo.

LITURGIA

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo JESÚS que había llegado su hora para pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo...
Se levantó de la cena, se quita el manto, y tomando una toalla se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarle los pies a los discípulos, secándolos con la toalla. Llegó a Simón Pedro, y este le dijo "Señor, ¿lavarme los pies TÚ a mi?" JESÚS le dice: "Lo que hago ahora tú no lo comprendes ahora, pero lo entenderás más tarde"...
Cuando acabó de lavar los pies, tomó el manto y se lo puso y les dijo: "¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros?", vosotros me llamáis "Maestro" y "Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si YO, el Maestro y Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies los unos a los otros; os he dado ejemplo para que lo que he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.
                                                                    JUAN 13 1:15

REFLEXIÓN

Desde que nos bautizamos, JESÚS nos lava y nos recibe como sus hermanos amados.

Cuantas veces llegamos a la Reconciliación y es JESÚS mismo quien se hinca ante nosotros para lavarnos con su Preciosa Sangre y agua para darnos su perdón por nuestros pecados.

Porque somos lo que ÉL más ama.

¿Cuantas veces hemos sentido lo hermoso de su perdón? y pedimos como Pedro: "Señor, lavádme, no sólo los pies, sino también las manos, la cabeza".

Venimos a reconciliarnos queremos estar limpios, Señor. Dejemos que el Señor nos  lave el corazón, no sea que el malo quiera habitar en el.

Si el Señor JESÚS se humilló ante nosotros, sin esperar nada a cambio ¿Cómo es que nosotros no lo podemos hacer por nuestros hermanos?.

Cada uno de nosotros desde nuestro puestos debemos servir con humildad a nuestros hermanos.

ORACIÓN

Señor, hazme manso y humilde como TÚ. Te doy gracias por tu amor y entrega. Lávame Señor, para permanecer en ti.
AMÉN.

Alejandrina Acosta Jaspe.

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