MIÉRCOLES SANTO



                                                  MIÉRCOLES SANTO

La liturgia nos presenta este episodio tan triste que marca el camino que JESÚS recorre conscientemente hacia su final.
Judas comercia y entrega a su Maestro. Es el inicio de la Pasión Dolorosa que JESÚS escoge libremente . Lo dice claramente ÉL mismo: "YO entrego mi vida... nadie me la quita, sino que YO la entrego libremente. Tengo Poder para entregarla y Poder para recuperarla" Juan 10 17:18.

LITURGIA

Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso, "¿Qué estáis dispuesto a darme, si os lo entrego?" Ellos se ajustaron con él en 30 monedas y desde entonces estaba buscando la ocación propicia para entregarlo... Los discípulos cumplieron las instrucciones de JESÚS y prepararon la Pascua...  Comieron, mientras JESÚS dice: "Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar". Ellos consternados preguntaron: "¿Soy yo acaso?" JESÚS respondió: "El hijo del hombre se va, como está escrito de él"...  Entonces Judas preguntó: "¿Soy yo acaso Maestro?". ÉL respondió: "Tú lo has dicho".

REFLEXIÓN

Cuantas veces hemos tomado decisiones en las que claramente hemos sido ciegos de nuestras pasiones y en cuantos comentarios maliciosos vendemos a nuestros hermanos, calumniamos con toda maldad.
A veces nos encontramos caminando noches oscuras por hemos traicionado a uno de los nuestros,  "A mi hermano, que caminaba a mi lado". 
Tomemos conciencia del daño que hacemos, ¿vale la pena tanto dolor? El dolor que causamos y el que nos hacemos nosotros mismos.
Vendemos a JESÚS, cuando buscamos soluciones fáciles y vamos a centros de brujería, o consultamos con falsos maestros.
Vendemos a JESÚS, cuando vendemos nuestras conciencias por un proyecto político del que queremos sacar ganancias.
Definitivamente, creo que cada vez que lo vendemos, nosotros lo sabemos, por eso es Grande su Misericordia... Cuando después de volver a la reconciliación ÉL nos perdona.

ORACIÓN

Señor JESÚS, he sido esclavo de mi pasión, de andar a ciegas. La oscuridad de mi alma me causa dolor.
Te pido Padre Amado, en Nombre de Tú Hijo, Nuestro Señor JESÚS que infunda en mi alma valor para seguirte, fe inquebrantable y que no permitas que me deje arrastrar por ambiciones.
Yo confío en TÚ Misericordia, en ella está mi Salvación.
Amén.


Alejandrina Acosta Jaspe.

Comentarios

Entradas populares de este blog

NOVENA DE LA PROSPERIDAD

ORACIÓN PARA DESTRUIR ATADURAS DE RUINA

ORACIÓN PARA RECIBIR LA BENDICIÓN ECONÓMICA